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sábado, 26 de julio de 2008

La costa vasca ( informe de greenpeace ) parte II

Degradación por contaminación

Euskadi es una de las comunidades autónomas más contaminadas y donde se concentran
actualmente más focos de poluciónCI. Es el principal territorio en cuanto a la
producción y transformación de metales, con el 33% de las fábricas en su territorio y
la primera en industrias papeleras (26%). Posee el 12% de las plantas de industria
química más contaminantes, las cuales emplean emisarios submarinos para verter al mar sus
residuos líquidos. Además, en Bilbao se encuentra la segunda refinería más grande del Estado,
con una producción de 11 millones de toneladas de hidrocarburos al año. El transporte marítimo
que circula por las costas vascas también supone una fuente de contaminantes tanto por
accidentes como por descargas intencionadas.
En el Segundo Informe de Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el
MundoCII se detallan y valoran las principales presiones, impactos y riesgos que reciben las
aguas costeras y de transición en Euskadi. En el mismo se hace una valoración global muy
precisa de la situación actual: “las masas de agua de transición y costeras presentan un elevado
número de presiones, debido a la demografía, la presencia de importante industria y el
desarrollo portuario. Uno de los problemas más importantes ha sido la pérdida de superficie
intermareal de la masa de agua de transición. La introducción de nutrientes y la canalización,
son las presiones que siguen en importancia. También es reseñable la contaminación, tanto
de aguas como de sedimentos (se pueden añadir los amarres como fuente de contaminantes).
Globalmente, pues, hay dos grandes presiones: los vertidos contaminantes, urbanos e
industriales, y la alteración morfológica (canalización y pérdida intermareal).”
Los estuarios y costas de Euskadi han sufrido vertidos históricos procedentes de su amplio tejido
industrial. En la actualidad la situación está lejos de haberse solucionado y el litoral vasco
sigue soportando este problema, que está provocando graves efectos sobre la calidad de las
aguas y los sedimentos. Los contaminantes, como metales pesados y compuestos orgánicos,
entran al medio acuático a través de formas disueltas y particuladas debido a los vertidos directos, urbanos e industriales, que se realizan en los ríos, estuarios y costas. El análisis de la Red
de Calidad de Aguas vasca, tanto en aguas, como en sedimentos y biomonitores (moluscos),
determina que las masas de agua más contaminadas son las del Nervión, Oiartzun y DebaCIII y
las zonas costeras de influencia de las mismas.
Otro efecto muy negativo de la contaminación procedente de los vertidos industriales y urbanos
se produce sobre la biota de la costa vasca, donde se incluyen los peces y moluscos que son
posteriormente vendidos en los mercados. Los informes elaborados por el Convenio OSPAR
en el Atlántico nordeste detectan en estas especies niveles muy elevados de mercurio, fundamentalmente
en el entorno de la ría de Bilbao. También ponen en evidencia la presencia de PAHs43, así
como las concentraciones más altas de las zonas analizadas de PCBs44 en mejillones azules de toda la costa vasca.



El entorno del Nervión: la costera de la contaminación

Sin duda se trata del punto de la costa vasca donde los vertidos industriales y urbanos han provocado mayor impacto relacionado con la contaminación. En la parte alta de la cuenca del Nervión aún quedan algunos núcleos urbanos, que cuentan con una importante presencia industrial que carece de plantas depuradoras (Amurrio, Laudio y Orduña, entre los más significativos). El cauce del Nervión y sus afluentes sirven para llevar las elevadas cargas contaminantes de las zonas interiores hasta el mar. A esto se une la importante aglomeración urbana e industrial situada en el entorno de Bilbao que agrava aún más el problema.
Los trabajos realizados para la Directiva Marco del Agua ya señalaban que este área iba a tener graves problemas para alcanzar los objetivos fijados por esta normativaCV. El elevado desarrollo industrial con plantas químicas, siderúrgicas o energéticas, entre otras, produce vertidos permanentes en el estuario hasta un total de 19 identificados, con un volumen de vertido de 24,9 millones de metros cúbicos al añoCVI. Esto genera la contaminación del agua y la acumulación en el estuario y zona costera de sedimentos altamente contaminados con metales pesados cromo, mercurio, cadmio, plomo, cobre y zincCVII. Por otra parte, la gran presión urbana en esta zona se ha traducido en la canalización del cauce y en importantes vertidos de la depuradora de Galindo. A éstos hay que sumar otros 33 vertidos más en el área de influencia del Nervión. El volumen total de asciende a 19,4 millones de metros cúbicos al año que terminan en el estuario y en el mar. Estos aportan grandes cantidades de nutrientes (nitrógeno y
fósforo), así como coliformes y otras bacterias fecales. Los trabajos realizados por el Convenio OSPAR destacan a la costa situada frente a Bilbao como una zona donde se detectan peces y moluscos con cantidades cada vez más elevadas de mercurioCVIII. Además, en el estuario del Barbadún, en Muskiz, está la refinería de Petronor, construida hace unos 30 años, una fuente de contaminación crónica por hidrocarburos en la zona. En el Registro Estatal de Emisión
y Fuentes Contaminantes (EPER) Petronor reconoce emisiones a la atmósfera y al mar. A pesar de que los vertidos gaseosos no se emiten directamente al agua, buena parte de ellos terminan precipitando en las proximidades de la planta, tanto en tierra como en el mar, transportados por los vientos. Cabe destacar, en los últimos cinco años, las decenas de millones de toneladas de CO2, CO, COVs45, SO2, NO2 y metano emitidas al aire, además de verter al agua arsénico y más de cuatro toneladas anuales de metales pesados como plomo, níquel, zinc y cobre, elementos todos ellos que no se degradan en el medio ambiente y pasan fácilmente a la cadena trófica.
Un informe de 2007 realizado para el Ayuntamiento de Muskiz pone en evidencia que la refinería funciona sin licencia de actividad desde su construcción. Tampoco tiene permisos para las ampliaciones acometidas desde 1989 y carece de autorización de vertidosCIX. Esto se ha puesto en evidencia ya que esta documentación no figuraba en la solicitud de la Autorización Ambiental Integrada de Petronor46, requisito imprescindible para todas las empresas contaminantes de la Unión Europea.
A pesar de estas irregularidades, sigue adelante el proyecto de construcción de una planta de transformación de coque de petróleo altamente contaminante. La tramitación del expediente para la obtención de la autorización para esta instalación aún no se ha cerrado y está en fase de información públicaCX. La planta sería utilizada para deshacerse de los residuos de fuel y producir coque, un producto demandado por las cementeras para alimentar sus hornos. Este proyecto ha motivado la creación de una plataforma vecinal que se opone a una nueva ampliación de la refinería, ya que la planta de coque se situaría a uno 300 metros de viviendas de Muskiz.



Pasaia-Oiartzun: la bahía muerta




La bahía de Pasaia es uno de los puntos de la costa vasca donde la contaminación es más grave. La proximidad a áreas urbanas e industriales es la causante de esta situación. A pesar de que en los últimos años el Gobierno vasco está trabajando para revertir la situación hay que recordar que hasta el año 1997 el estuario del Oiartzun presentaba una contaminación extrema, con ausencia total de especiesCXI. Actualmente se siguen detectando cantidades significativas de nutrientes, contaminantes en el agua y contaminantes en sedimentos.
La desembocadura del Oiartzun es una zona urbano-industrial muy presionada. Se trata, además, de una de las cuencas de drenaje de unas antiguas e importantes explotaciones de plomo y zinc (Arditurri). La actividad industrial principal de la zona es el tratamiento y recubrimiento de superficies con metales. Este problema junto con la del histórico de minería aumenta aún más la presencia de metales en los sedimentos
y biota47 analizados. En esta zona también se localizan industrias agroalimentarias dedicadas a la
elaboración y conservación de pescado, acuicultura y granjas avícolas, algunas de las cuales aparecen identificadas en el registro EPER, así como industrias dedicadas a la fabricación de maquinaria, componentes para vehículos y tubos. Los últimos análisis del Gobierno vasco ponen en evidencia los elevados niveles de algunos compuestos químicos en las aguas, sedimentos, así como en la fauna y la flora del Oiartzun, que suponen incumplimientos
de la legislación. Los más preocupantes detectados son zinc y cadmio (en el agua); mercurio,
plomo y compuestos aromáticos (benzo(a)antraceno, benzo(a)pireno, benzo(a)perileno, fenantreno, fluoranteno, ftalato de bis 2-etilohexilo (DEHP), PCB 180 y sumatorio de PCB’s) (en los sedimentos); y arsénico, estaño, níquel, plomo, cobre, cromo, mercurio y selenio, PCB’s y EOX, (en la fauna y flora)CXIII. La presencia de todas estas sustancias contaminantes es consecuencia de los vertidos continuos y descontrolados de aguas residuales procedentes de las múltiples industrias de la zonaCXIV. Lamentablemente, hasta el año 2010 no está previsto que se termine la construcción de una red de conducciones subterráneas para llevar todas las aguas negras del entorno urbano e industrial de la bahía (Pasaia, Lezo, Errenteria y Oiartzun) hasta la depuradora de San SebastiánCXV. Uno de los puntos negros de la bahía es la central térmica que Iberdrola posee en Pasaia. Según los datos recogidos en el Registro Estatal de Emisión y Fuentes Contaminantes (EPER), que siempre son muy conservadores al ser proporcionados por las mismas empresas, la planta emite gases al aire y al agua. Entre los contaminantes más problemáticos emitidos al aire y declarados en los últimos cinco
años aparecen cientos de miles de kilos de arsénico, compuestos de níquel y partículas (PM10)48. A ello hay que sumar las decenas de millones de toneladas de CO2, SO2 y NO2 que también salen de sus instalaciones. En cuanto al vertido directo al mar, para el mismo periodo de tiempo, a los miles de metros cúbicos de aguas de refrigeración con temperatura más elevada que el medio receptor (considerado como un contaminantes más), hay que añadir 1.218 toneladas de nitrógeno, del que la bahía está más que saturada, y 1.563 kilos de compuestos de cromo, elemento altamente tóxico y peligroso para la salud y los ecosistemas.

jueves, 10 de julio de 2008

La costa vasca ( informe de greenpeace ) parte I

El capítulo más preocupante sobre el estado del litoral vasco es el de la
contaminación. La contaminación industrial provoca efectos altamente
negativos en la salud de la población y de los ecosistemas acuáticos de
la costa vasca, donde a su vez se incluyen los productos pesqueros
destinados al consumo humano.


La costa vasca, especialmente el litoral de Bizkaia, sufre una presión urbanística continuada
que, aunque lejos de las aglomeraciones mediterráneas, provoca impactos ambientales negativos
sobre un litoral especialmente privilegiado. Algunas de las propuestas urbanísticas del Ejecutivo
vasco han sido rechazadas con contundencia por los ciudadanos, que no parecen dispuestos
a sacrificar su territorio ni su calidad de vida.
Las presiones en el litoral tienen diferentes frentes de actuación. Especialmente reseñable es el
impacto ambiental negativo provocado por los puertos deportivos. En la última década, Euskadi
ha experimentado el mayor crecimiento en número de amarres deportivos de todo el Estado,
cuadruplicando sus atraques hasta llegar casi a los 5.000, repartidos en 18 localizaciones. Pero
la cifra no parece ser suficiente y el Gobierno vasco se plantea seguir aumentando esta cifra sin
tener en cuenta las afecciones negativas en forma de contaminación y privatización de la costa
que provocan estas instalaciones.
Pero sin duda, el capítulo más preocupante para el litoral vasco es el de la contaminación. Los
estuarios y costas de Euskadi han sufrido vertidos históricos procedentes de su amplio tejido
industrial. Las cifras hablan por si solas: acumula en su territorio el 33% de las fábricas de producción
y transformación de metales, el 26% de las industrias papeleras y el 12% de las plantas
químicas más contaminantes del Estado y la segunda refinería en tamaño de toda la península.
Tales “méritos” tienen un reflejo claro en el elevado grado de contaminación de la costa vasca,
hecho destacado por Naciones Unidas en sus informes sobre los recursos hídricos en el
mundo, que señalan las dos grandes presiones que sufre este tramo de costa: los vertidos contaminantes,
urbanos e industriales, y la alteración morfológica sufrida por las canalizaciones y
por la pérdida de superficie intermareal.
Esta contaminación industrial provoca efectos altamente negativos en la salud de la población y
de los ecosistemas acuáticos de la costa vasca, donde a su vez se incluyen los productos pesqueros
destinados al consumo humano.
Aunque la situación ha mejorado en los últimos años, los niveles de contaminación seguirán
siendo preocupantes durante mucho tiempo, especialmente en las masas de agua más afectadas,
las del Nervión, Oiartzun y Deba y sus zonas costeras de influencia.



Degradación por urbanismo
La costa vasca no está libre de delitos urbanísticos y la presión sobre el litoral crece de
forma sostenida, aunque no se encuentren operaciones urbanísticas masivas como en
el Mediterráneo. En el caso de la costa guipuzcoana, el mejor aliado frente a las tentaciones
de alterar su paisaje ha sido su propia orografía. Los relieves abruptos y recortados
y los acantilados en prácticamente toda su longitud han impedido la invasión urbanística
conocida en otras vertientes costeras. Una cultura del urbanismo diferente y la aplicación más
cuidadosa de la Ley de Costas han contribuido también a evitar la ocupación intensiva de la primera
línea del litoral vasco.
Un informe del Gobierno vasco36 constata que la ocupación inmobiliaria del suelo se ha duplicado
en las dos últimas décadas, pasando de 23.607 hectáreas en 1987 a 47.295 en 2005. Los
tribunales vascos han paralizado dos proyectos en Barrika y en la reserva de la biosfera de
Urdaibai, que estaban avalados por la Diputación vizcaína y el Gobierno vasco.
En Barrika, población con menos de 1.400 habitantes, se ha elaborado un avance urbanístico
que contempla 1.511 nuevas viviendas, multiplicando por cinco su población actual. En este
municipio se intenta, desde hace 20 años, construir en una zona protegida situada a menos de
500 metros de la costa. El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco anuló hace tres años la
recalificación de 18 hectáreas para levantar 97 viviendas, 85 de ellas chalés de lujo. Pero para
entonces 14 ya estaban finalizados y habitados.
En Bakio la fuerte contestación social ha llevado a su alcalde a replantearse su principal proyecto
urbanístico que preveía edificar 436 pisos junto a una zona protegida37 y que había sido
rechazado por el Departamento de Medio Ambiente. De momento, desde el Ayuntamiento no
precisan cuántas viviendas tienen previstas en el nuevo plan pero siguen adelante con el campo
de golf que se barajaba en el anterior proyecto. En febrero de 2008 se adjudicó, mediante
decreto de la alcaldía, un contrato de consultoría con la empresa Aymerich Golf Management
para analizar la posible construcción del campo.

En Orio, bajo el planteamiento de reordenar la zona y crear un nuevo paseo marítimo, se han construido
bloques de viviendas a pie de playa que han afeado el paisaje al más puro estilo mediterráneo.
En Ondarroa se pretenden construir 500 viviendas sobre las marismas de Aieri, que forman parte de la
red ecológica europea Natura 200038. La protección de este espacio no ha sido óbice para que el Consistorio
haya impulsado el proyecto urbanístico. Uno de los grupos que integran la Plataforma Aieri Zainddu39,
Eguzki, ya denunció en su día que actualmente existen en Ondarroa unas 500 viviendas vacías, es
decir, la misma cantidad proyectada en Aieri.

Desde 1985 hasta 2006, Euskadi ha experimentado el mayor aumento del Estado en el número
de amarres para embarcaciones deportivas, pasando de 1.280 a 4.823. El Gobierno vasco
ha invertido 17,8 millones de euros en el periodo 2003-2008 en materia de puertos deportivos.
Tan solo en Bizkaia se han creado 1.088 nuevos amarres en los puertos de Bermeo
(342), Armintza (44) y Santurtzi (702). Estas nuevas instalaciones se suman a las cerca de 2.000 disponibles.
Las actuaciones para los que pueden disfrutar de los 18 puertos deportivos en toda la costa
vasca no acaban aquí, en los próximos cuatro años, los puertos de Bizkaia ganarán 359 nuevos atraques
(40 en Armintza-Lemoiz, 110 en Ondarroa y 209 en Lekeitio).
Las herramientas legales aprobadas como la Ley Vasca de Ordenación del Territorio y el Plan Territorial
del Protección del Litoral de marzo de 2007 suponen una protección mínima para la costa, ya que ha primado
la reordenación de los puertos existentes frente a la construcción de nuevas instalaciones, pero
que no resulta suficiente ya que el Plan fue aprobado después de que se pusieran en marcha cuatro proyectos
ambientalmente insostenibles por su gran impacto para el medio marino.
Todos ellos, en fase preliminar o con sus obras ya avanzadas, se sitúan en la costa guipuzcoana: los
puertos deportivos de Hondarribia y Orio, el comercial de Mutriku y el proyecto de puerto exterior de
Pasaia. Además, la ampliación pesquero de Mutriku (el actual quedará para usos deportivos) impulsada
por el Gobierno autonómico tampoco encaja en la estrategia de preservar el entorno marino.
El rasgo geológico más sobresaliente del monte Jaizkibel está en el origen turbidítico40 de sus materiales.
Durante la orogenia alpina41 estos materiales fueron plegados y levantados tomando una inclinación
N-NW que dio lugar a su característica forma “en ola de mar”, especialmente visible en la ladera
norte del monte.
Una maravilla de la naturaleza que se enfrenta a su destrucción parcial debido al proyecto de construcción
de un puerto exterior sobre parte de sus acantilados, que están protegidos bajo varias figuras
diferentes.
El proyecto del puerto exterior es un claro ejemplo de la sinrazón de la Administración, en este caso, la
Diputación Foral para la Ordenación del Territorio de Gipuzkoa, que sigue despreciando los argumentos
para no continuar con el proyecto. Un puerto que, además, no cuenta con el respaldo de la ciudadanía
ni de los grupos ecologistas. En un informe realizado en 2005 por la sociedad pública Badia Berri, queda
recogido que el 75% de las personas de la comarca no aprueban la actuación exterior.
Su coste se calcula en más de 700 millones de euros y se espera ponerlo en marcha en 2020. Aunque
se trata de buscar una justificación al proyecto, es difícil encontrar una debido a la cercanía al Puerto
de Bilbao, que actualmente funciona a un tercio de su capacidad, tras ser ampliado en El Abra, y al
Bayona, muy cercano a Pasaia.
Aunque los promotores todavía no han podido demostrar la viabilidad económica de la infraestructura y
no se dispone de un proyecto final, la Diputación Foral ha acordado con la Autoridad Portuaria la construcción
de dos túneles de acceso a la futura dársena exterior. La apertura de un túnel de dos kilómetros
a través del monte Jaizkibel marcará el inicio de las obras de construcción del puerto en 2013.
El enclave elegido está incluido en la red Natura 2000 de la Unión Europea que reconoce los enclaves
naturales más importantes de Europa. De momento no existen los preceptivos informes de impacto
ambiental, ni europeos ni gubernamentales, ni siquiera se dispone de autorización por parte de las autoridades
competentes para la construcción del puerto exterior.
La alternativa parece evidente para todos menos para la Administración. Se debería modernizar el puerto
interior dotando a éste de tráficos con mayor valor añadido que mejoren los niveles de bienestar en el
entorno. Se deben reordenar los servicios del actual puerto, gestionando de forma más eficiente su
espacio y la logística, de forma que las actuales instalaciones no estén condenadas a servir de almacén
de chatarra, carbón y minerales durante meses. En definitiva, sacar el máximo rendimiento a la vasta
explanada del puerto actual.

Una de las diez mejores olas de Europa para los practicantes del surf se situaba en Mundaka.
Esta ola se ha convertido en algo más que un recurso natural para el pueblo. La ola atrae un
importante volumen de turistas que practican una actividad de alto gasto. En este caso, además,
el surf ha ayudado a crear una imagen con gran proyección mediática y Mundaka es
conocida incluso en Australia. Tan importante es esta ola que todos los años se celebraba en
esta localidad una prueba del circuito profesional de surf, con el beneplácito del Ayuntamiento
que revertía en un importante negocio para la localidad vizcaína.
Pero desde 2003 se llevan realizando extracciones de tierras o dragados del fondo de la ría de
Urdaibai. Esta arena de fondo es fundamental para que se forme la ola, al chocar la masa de
agua con el banco del fondo. En 2003 la ola desapareció por completo y no comenzó a recuperarse
hasta 2005, provocando que las federaciones internacionales de surf eliminaran Mundaka
del calendario. En 2008, tras continuas idas y venidas de la ola, se ha vuelto a eliminar al
pueblo de Mundaka del circuito mundial de este deporte.

jueves, 3 de julio de 2008

Esencia de bosque

Mientras el resto de la península se calienta bajo el sol aquí en el norte las nubes parecen encontrase a gusto.
Aunque sea una puñeta para ir a la playa la sensación de perderse en un bosque, dentro de una nube, escuchando la lluvia no tiene precio.


Las imágenes están tomadas en monte Santiago, junto al salto del nervión.
Sobre un suelo Kárstico la lluvia y las raices de las hayas resquebrajan la roca.


Esta acción prolongada va creando auténticos laberintos y galerías, como esta sima de los paules.
En la superficie los árboles siguen cumpliendo su importante papel de cobijo y alimento. Aun después de caidos su tronco sigue lleno de vida.


En fin, todo un espectáculo de sonidos, luz y color.