Desde que lei el libro de Galen Rowell “fotografía de naturaleza, una mirada interior” Hay un par de frases que han marcado mi manera de ver la fotografía. Es más, desde entonces busco frases pegadizas y rotundas que me ayuden a fijar conceptos.
En este libro Galen expone muchas opiniones y conceptos, pro hay dos cosas básicas que cambiaron la manera de hacer fotografía de naturaleza.
“menos es más”- Hasta ese momento la fotografía de naturaleza se hacía con pesadas cámaras de medio formato y toda una parafernalia que reducía mucho la movilidad de los fotógrafos. Gallen cambió todo esto y se lanzaba al monte con una réflex y un objetivo de 50 mm. Hoy en día, en plena efervescencia digital y tecnológica vendría bien recordar esto de nuevo, ya que continuamente veo a compañeros transportando cantidades ingentes de equipo a sus espaldas.
Esta misma frase la visualizo también como un concepto compositivo, procurando guiar la mirada del espectador a lo que realmente quiero que vea. Sin duda menos “siempre” es más.
“el tamaño de la rata”- Sin duda la más importante de las frases. Como dice el autor “La rata se refiere a esa criatura voraz que roe el estómago de alguien por dentro y le empuja a dejar una y otra vez las comodidades y seguridad de la vida civilizada para ponerse a prueba en la naturaleza”. Suena muy bonito sacar un amanecer nevado desde una localización que viste en verano, pero no tanto levantarse varias horas antes de amanecer en pleno invierno, conducir un buen trecho y caminar de noche entre la nieve con un frio que pela. Por lo menos con esta frase en la cabeza te mentalizas y ves que no eres el único que hace estas locuras.
A partir de ahí estas y otras frases me han ayudado a fijar conceptos, a veces son cosas muy básicas, pero a la hora de hacer una foto te vienen a la cabeza y te ayudan en el momento clave.
Tras un curso de composición con Jose B. Ruiz una serie de frases de este gran maestro se me marcaron a fuego.
-“vendemos fotos, no vendemos excusas” Con esta frase pretendía hacernos ver esos pequeños defectos que se cuelan en una fotografía pero que el propio autor intenta excusar de diversas maneras. A veces intentamos ser indulgentes con nuestras tomas, siempre hay excusa válidas para que la foto no sea redonda ( la luz no era la idónea, no podía moverme más a la derecha por que había un tronco,…) pero realmente el que está viendo la imagen no quiere saber nada de eso y solo piensa en disfrutar de lo que vé.
Y “hay que ser preciso”, muchas veces creemos tener la foto perfecta y cuando llega el momento de verla en el ordenador nos damos cuenta de que algo salió mal. Con esta frase trabajamos una toma hasta que no falle ningún detalle, ya sea técnico o compositivo.
Todas estas y más frases te ayudan a recordar pequeños detalles que igual de otra manera se te escaparían.
Pero siempre había un concepto que no sabía como plasmárlo en una frase, como sintetizarlo de una manera visual. Es ese plus que tienen algunas fotos, ese algo que las hace especiales. A veces es un rallo de luz, en otras un elemento que rompe la monotonía y da vida a la toma. El caso es que siempre andaba buscando esa “frase”.
Y por fín di con ella. Disfrutando de unos días fotográficos con
David Cidre, compañero de rincones de Vizcaya y de focus on planet, en Pirineos. Nos pusimos a hablar de fotos y fotógrafos. David me comentó que había una foto de Floris Van Breugel que había ganado una mención de la BBC y aunque era bonita tampoco le parecía de las mejores, hasta que bastantes meses después volvió a ver la foto en grande y entonces descubrió realmente la foto.