El atardecer amenazaba tormenta, así que no sabíamos que tipo de sesión fotografica podríamos hacer. Al final el atardecer fué una patata y decidimos esperar a la noche para jugar con las nubes, la contaminación lumínica y el flash.

En la primera foto aun quedaba algo de luz en el cielo, cmplicando un poco la iluminación, pero algo se hizo.

En esta ocasión ya era noche cerrada y la imagen está realizada con una temperatura de color fría, aun así podeis apreciar como las luces de Vitoria teñían las nubes.

En este caso quisimos acentuar la sensación que trasmitían las nubes. Para ello usamos una temperatura de color cálida y compensamos el flash con geles fríos para mantener su iluminación neutra. Sin duda parece que se fuera ha abrir la mismisima puerta del infierno.

Al final la tormenta hizo acto de presencia y hubo que acabar la sesión de forma precipitada y con una buena calada de camino al coche.
En esta toma incluimos el frente de la tormenta esperando la aparición de un rayo, pero estos se producian entre la masa de nubes, con lo que solo nos regalaron esas luces al fondo.