La adrenalina se dispara y a veces tienes que intentar tranquilizarte para buscar con calma ese rincón que describa la fuerza de un momento así.
El disfrute puede ser máximo, pero nos requiere ir bien preparados y equipados.
Unas botas de agua, o badeadores se hacen de gran ayuda. El terreno está embarrado y muchas veces la foto que buscamos hay que hacerla desde el mismo rio.Cuando la lluvia es constante es importante estar bien protegido, ya que al pasar mucho rato parados si nos mojamos el frio puede llegar a ser un problema.
Y como no, hay que proteger el equipo. En este caso una funda para el objetivo o un paraguas se hacen imprescindibles.
A pesar de todo esto, los objetivos y los filtros siempre acaban con salpicaduras. Es el momento de utilizar el arma más importante , el trapo. En serio, si no fuera por este invento las sesiones en estas condiciones no durarían ni cinco minutos. De hecho yo suelo llevar varios trapos, ya que se van empapando y dejan de ser útiles.










