Pero claro, llegas allí y te encuentras todo aquello envuelto en niebla y no lo puedes evitar.
El sitio es de esos que de vez en cuando tienes que dejar de hacer fotos y simplemente quedarte quieto y disfrutar. Los que hayais leido el Hobbit( los que no os toca esperar a la peli) y alguna vez os habeis imaginado el bosque de los trolls, tiene que ser algo así.
Alguna de las rocas son realmente grandes y singulares. Esta en particular que veis a continuación te deja sin respiración. No se reflejaba su grandiosidad en la foto, así que decidí incluirme para dar un poco de escala a la toma.
Cada piedra tiene una peculiaridad y hace que el tiempo se pase volando. Con un poco de imaginación empiezas a buscarles parecidos. En este caso me recordó el perfil del típico aitona "abuelo" con una nariz, tambien típica de la zona.