Soñando luces en Pirineos, Todo o nada

O más bien, nada y todo. Después de una noche sin nubes nos fuimos a descansar esperando que al amanecer nos acompañara alguna nubecita que alegrara la mañana. Tras un par de horas de "sueño" tocaba caminar hasta nuestra siguiente localización. Por desgracia las nubes no hicieron acto de presencia y toco lidiar con cielos azules.

Aun así es una gozada ver como el sol va ganando terreno y empieza a colorear los picos de las montañas.
El primer pico que se ve iluminado no es Neouville que da nombre al parque, sino el Ramougn, ligeramente más bajo pero que desde este lugar se muestra espléndido.

Tras un amanecer sin nubes teniamos todo el día para descansar. Otra opción es aprovechar el sitio y hacer alguna de las rutas que tiene este parque, os lo recomiendo.
Liberado del peso del equipo no hay nada como subirte a alguna de las cimas o collados y disfrutar del panorama.

Y llegó la hora del atardecer. La idea era bajar al mismo lago del amanecer y atacarlo desde el otro extremo. Como veis en estas imágenes cual quier tipo de plan prefijado se fué al garete.

Tras un día de calor sin nubes la niebla no invadió todo y tocó hacer uso del abrigo. Aunque sea verano a estas alturas nunca está de más ir preparado.
Una vez hechos a la idea de que no ibamos a tener el atardecer que buscábamos nos dedicamos a jugar con la niebla.
Como dice el dicho; "si te dan limones, haz limonada"

Acabada la sesión y olvidándonos de cualquier posibilidad de nocturnas solo nos quedaba la última oportunidad con el amanecer.
¿habría niebla cerrada?
¿habría un cielo pelado sin nubes?
Solo quedaba madrugar y dejarse sorprender.